Fútbol de barrio.

"En muchos casos, los campos no eran arena ni tierra. Un leve contacto con aquella superficie te suponía ver las jodidas estrellas. Y las botas Marco, de negro completo, resistentes y duras como las que ya no se hacen. Las espinilleras las usaban los figurines, seguramente aconsejados por sus papás. Eran otros tiempos, sin duda. Solo queríamos pasarlo bien. Y si ganábamos, mejor que mejor. Los que dicen que esto no ha cambiado, ó son gilipollas ó tienen intereses".

J.S., jugador retirado.